A cero.
Sin cero.
Sincero.
A sucio.
Todos cuando nacemos somos un folio en blanco. Donde se va escribiendo nuestra vida y donde solo deberíamos escribir a tinta lo que de verdad queremos. Yo no se como lo he logrado pero tras mucho borrar, he conseguido eliminar todo lo que tenía que olvidar.
A consecuencia de ello y después de tantos borrones y cuenta nueva, el papel se ha quedado endeble.
Ya no soy blanca, lisa, y y bonita. Ahora soy arrugada, con tachones y marcas de lápiz.
Una hoja a sucio.
Una hoja a sucio.
Y ahora dime, ¿Quien queda en este mundo que elija una hoja a sucio para escribir antes que una nueva, y si lo hace, no sea para usarla y tirarla después?
AOF.